BORRANDO TIEMPOS VERBALES.

Allá por fines de Mayo, Alicia viajó San Nicolás.
Para ser más precisa, fue el 25 de ese mes, a la coronación de la Virgen del Rosario.
Lo hizo junto a otras personas de ésta ciudad.
En su peregrinación se acordó de mí y compró una vela rosada- supongo-para así tener la excusa de una visita.
No es fácil ir a ver a una mamá que perdió a su hijo…
Fue así que antes que finalizara el mes, vino a casa, trayéndome lo que había comprado para mí.
Junto a ese recuerdo, ella traía el deseo de que mi sufrimiento fuera disminuyendo, y así me lo expresó el día que vino a verme.
También me dijo que ella había perdido a un ser muy querido, que lo echaba muchísimo de menos, pero que solamente el tiempo iba sanando las heridas.

Yo la miraba y pensaba que no era verdad lo que decía… ¿acaso era posible volver a sentirme bien?… ¿volver a sonreír?… ¿volver a proyectar?

Ella siguió hablando y de pronto, al ver mis lágrimas dijo:

-“Te doy un consejo….Aunque sé que no deben darse…En mí funcionó… Escuchá…
¿Recordás, cuando íbamos al colegio y nos “torturaban” en la clase de lengua con los verbos?…
Bueno, querida…de ahora en adelante, tenés un trabajo…el mismo consiste en dejar de usar dos de ellos”

- Sí, me acuerdo-contesté confundida- pero… ¿qué tiene que ver con lo que me está pasando? ¿o con lo que me decís que te pasó?

-“Me refiero a que, de a poco, en este camino que nos toca transitar, debemos tratar por todos los medios de eliminar dos tiempos verbales…En la medida que podamos hacerlo y llevarlo a la práctica… iremos aceptando y daremos consuelo a este corazón, que se ha roto en mil pedazos.
Desterrando esos verbos, lograremos, por lo menos no caer en el sufrimiento, aunque el dolor siga.
Porque…acá es donde se ve el fruto del trabajo… que consiste en saber diferenciar el dolor del sufrimiento…”

Yo seguía sin comprender…Mirándola…
Pensé, por un momento que la pobre no estaba en su sano juicio.

Ella siguió:

-“Anotalo…así no te olvidás…
Los tiempos verbales que debemos borrar de nuestra mente son:

EL PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO Y EL POTENCIAL.”

- Perdoname, pero no comprendo nada…- Atiné a decirle-
…Con una sonrisa, de esas que sólo te pueden brindar aquellos que saben lo que estás sintiendo, me dijo:
-“El Pluscuamperfecto, ¿te acordás?….” y empezó recitar:
“Si yo hubiera o hubiese….si tú hubieras o hubieses… si él o ella hubiera o hubiese….si nosotros hubiéramos o hubiésemos…etc.etc.”
“Ese verbo nos hace sufrir, nos tortura… nos hace creer que la vida de ese ser querido estaba en nuestras manos y no es así…a estos verbos los usamos (y abusamos) los que estamos en duelo…
El otro tiempo verbal es el Potencial, pero esta vez no hablamos de nosotros, sino que lo aplicamos al que partió… y entonces empezamos:

“Tendría…”(tantos años, tal profesión, tantos hijos y todos los etcéteras que se te ocurran)…
”Cumpliría…”(tantos años, tal aniversario de casado)…
“Habría…” (rendido, obtenido su título, contraído matrimonio, festejado….) y la lista es interminable… infinita. Tan larga como deseemos hacerla…

¿Comprendes ahora, querida amiga, lo que es el dolor y lo que es el sufrimiento?

Lleva tiempo, pero no es imposible.
El día que logremos quitar esos verbos de nuestra vida…empezaremos otra etapa del duelo, con más paz. Sin culpas. Sin remordimientos.
No conviene mortificarse. Tendrás que comenzar en algún momento una vida nueva sin esa persona. Tendrás que aprender a vivir sin ella.
No es sano imaginar cómo sería él o ella…la edad que tendría ahora, o lo que podría haber hecho si no hubiera muerto.
Tenemos que dejar de imponerle a ese ser, cosas que tendría que haber vivido o que tendría que haber hecho.
Esos no son sus proyectos, sino los nuestros.
Él o ella se ha liberado de todo eso.”

Sólo nos abrazamos… No pude decirle nada…
Ella se fue…y no volví a verla, pero pronto iré a visitarla.
Iré a decirle ese “GRACIAS” que aquél día no pude pronunciar, que fue ahogado por las lágrimas…

Y también iré a decirle ¿por qué no? …”Querida amiga: algunas veces con sonrisas, otras veces con llanto…quiero que sepas que

Ya empecé a borrar verbos de mi lista”

Para Alicia, de Lissy. (Gracias, amiga….)
Sunchales, 17 de Agosto de 2009.






NOTA: Este relato es un mix de un hecho y una conversación reales, a las que sumé cosas que escuché en el Grupo Renacer. (Distinguir sufrimiento de dolor)

También incluye un fragmento del libro:
“Para mejorar tu relación con los que han muerto” de Víctor Manuel Fernández, con algunas modificaciones:
(Por consiguiente no conviene mortificarse y estar pendientes. Tendrá que comenzar en algún momento una vida nueva sin esa persona.
Menos sano todavía es imaginarse cómo sería el difunto a la edad que tendría ahora, o lo que podría haber hecho si no hubiera muerto. Tenemos que dejar de imponerle al difunto cosas que tendría que haber vivido o que tendría que haber hecho. Esos no son sus proyectos, sino los nuestros. Él se ha liberado de todo eso.)Capítulo 1-

Dicho libro forma parte de la bibliografía sugerida por los Grupos Renacer.

ALICIA (LISSY), Mamá de Julieta.
AGOSTO DE 2009-

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